Polémica en Esquel por el pedido para declarar a la ciudad como “Municipio Intercultural”
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Un grupo de vecinas de Esquel, pertenecientes a comunidades originarias mapuche-tehuelche, reavivó el debate en torno al proyecto presentado al Concejo Deliberante que propone declarar a Esquel como “Municipio Intercultural”. La iniciativa, impulsada por Adriana Baigorria y Mariela Llanquinao, busca el reconocimiento institucional de la convivencia entre culturas, y reclama un tratamiento urgente tras más de un año sin avances en el cuerpo legislativo local.
“Presentamos esta ordenanza antes de la Semana de los Pueblos Originarios del año pasado, y todavía no se trató en sesión, lo que nos genera muchas dudas”, expresó Adriana Baigorria, werken (mensajera) de la comunidad Inan Cume Rupu de Esquel, en diálogo con FM DEL LAGO. “Esquel ya es una ciudad multicultural. Lo que queremos es que se la reconozca como intercultural, porque eso implica convivencia activa entre culturas, no solo coexistencia”, explicó.
Baigorria argumentó que la historia de la ciudad está marcada por intercambios entre distintas culturas, y que la interculturalidad es parte del sello distintivo de Esquel. “Más allá de esta declaración, existen leyes que ya reconocen los derechos de los pueblos indígenas. En 2006, Chubut adhirió a la educación intercultural bilingüe, y por eso creemos que esta ordenanza puede ser un paso importante hacia el reconocimiento institucional”, añadió. Y diferenció a las comunidades originarias de las colectividades migrantes, afirmando que “no es lo mismo ser comunidad que ser colectividad”.
Por su parte, Mariela Llanquinao, también perteneciente a la comunidad mapuche-tehuelche, remarcó que el proyecto apunta a promover el respeto y la interacción entre culturas con marcos normativos distintos. “La interculturalidad es respetar que otra cultura tiene su organización y su forma de ver el mundo. Desde ahí, buscamos construir un vínculo más justo y equitativo, también frente a temas como el derecho al territorio o el rechazo a ciertas actividades extractivas, como la megaminería”, sostuvo.
Llanquinao también vinculó el reclamo a la reciente aprobación del RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) y el peligro que representa para los territorios comunitarios. “La discriminación hacia los pueblos originarios existe, aunque a veces se niegue. Hoy el territorio está en juego. Para nosotros, no existe la propiedad privada: el territorio es comunitario y nadie puede desalojarnos de él”, subrayó.
En cuanto al estado actual del proyecto dentro del Concejo Deliberante, Baigorria indicó que la ordenanza ya cuenta con despacho favorable, pero restan resolver cuestiones menores de redacción. “Creemos que podría aprobarse en la próxima sesión. Esta propuesta se basa en el Convenio 169 de la OIT, que habla del pluralismo jurídico y el derecho de los pueblos originarios a mantener sus normas, siempre compatibles con el derecho nacional. No estamos pidiendo leyes nuevas, sino que se respete lo que ya existe”, enfatizó.
También compartió su historia familiar como ejemplo de las consecuencias del silenciamiento histórico a la identidad indígena. “En mi familia hubo apropiación. Mi abuelo nació en Neuquén, pero lo anotaron como chileno. A mi papá lo obligaron a negar su identidad. Nosotros estamos buscando recuperar nuestro apellido. La identidad indígena no es una elección individual, es una historia colectiva que ha sido vulnerada durante décadas”, relató con emoción.
Finalmente, Baigorria reiteró el llamado al cuerpo legislativo local para avanzar con esta iniciativa: “Tenemos confianza en que los concejales estarán a la altura. Esquel ya es, de hecho, una ciudad multicultural e inclusiva. Ahora es tiempo de dar ese paso formal y reconocerlo como municipio intercultural. Nos lo merecemos como comunidad, como ciudad y como sociedad que convive día a día con distintas raíces culturales”.