“Lamento que se esté hablando de la flexibilización de la barrera solamente por un tema económico, cuando hay una cuestión sanitaria”
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El Gobierno Nacional ha puesto fin a una prohibición de más de dos décadas, autorizando el ingreso de cortes de carne con hueso plano, como el asado y el costillar, a la región patagónica. La medida, oficializada mediante la Resolución 460/2025 del Boletín Oficial, establece estrictas condiciones sanitarias y concierne a las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, y el partido bonaerense de Patagones.
Desde 2002, la Patagonia había mantenido un estatus de zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que impedía el ingreso de carne con hueso desde otras regiones del país, incluso aquellas con reconocimiento sanitario internacional. La flexibilización actual, impulsada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), no elimina la “barrera sanitaria” por completo, sino que introduce una excepción controlada, basada en criterios técnicos actualizados por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
¿Qué se podrá ingresar y bajo qué condiciones?
La nueva disposición permite exclusivamente el ingreso de cortes como costilla, asado y esternón, siempre que se garantice su trazabilidad y se cumplan rigurosos requisitos sanitarios. Quedan excluidos los cortes con huesos largos, como el osobuco o el lomo con hueso, que seguirán prohibidos. La carne que ingrese a la Patagonia bajo esta resolución será para consumo interno en la región, sin posibilidad de reenvío a otras zonas del país. La medida también aborda el material reproductivo, exigiendo que los embriones y el semen de bovinos, bubalinos, rumiantes y cerdos cumplan con estrictas recomendaciones de la OMSA, incluyendo la ausencia de signos clínicos de fiebre aftosa en los animales donantes y el cumplimiento de requisitos de vacunación o pruebas serológicas.
La mirada de los productores locales: Preocupación y desafíos
La decisión ha generado alerta entre los productores de carne de la región. Ricardo Irianni, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Chubut, expresó su preocupación en diálogo con FM DEL LAGO. “Estoy del lado del productor y del lado del mostrador”, afirmó Iriani, destacando la experiencia y las inquietudes del sector.
El ingeniero Iriani señaló que el precio de la carne patagónica ya se ha visto afectado, con frigoríficos pagando menos por el kilo que en diciembre pasado. “El efecto de la barrera ya vino, no creo que haya una modificación importante”, indicó, aunque se mostró escéptico respecto a una baja significativa de precios para el consumidor. “Lamento que se esté hablando de la flexibilización de la barrera solamente por un tema económico, cuando hay una cuestión sanitaria”, enfatizó.
Para Iriani, la discusión sobre la barrera sanitaria debe ir más allá de lo económico y centrarse en los fundamentos sanitarios. Si bien reconoce que el riesgo de contagio podría ser mínimo, se pregunta por qué se niega la vacunación a los productores del norte. También mencionó el alto costo de la vacuna en Argentina en comparación con otros países.
¿Bajará el precio para el consumidor?
Actualmente, el 60% de la carne que se consume en la Patagonia llega sin hueso y proviene del norte del país. Con la entrada de cortes con hueso plano, la pregunta clave es si esto se traducirá en una baja de precios para el consumidor. Iriani se mostró cauteloso al respecto, sugiriendo que la carne con hueso que ingrese podría no ser de la misma calidad que la producida localmente.
El presidente de la Sociedad Rural del Valle también hizo hincapié en la necesidad de acciones de fondo para potenciar la producción patagónica. “Hay que sacarle la pata de encima a la producción”, afirmó, refiriéndose a la eliminación de retenciones y la reducción del gasto público. Sugirió que la baja del IVA en la carne podría abaratar significativamente los costos para las familias. El desafío, según Iriani, es lograr que los productores patagónicos aumenten su capacidad de producción y que esta medida realmente beneficie el bolsillo del consumidor, sin comprometer el estatus sanitario de la región.