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La sequía preocupa en la cordillera: productores advierten sobre el impacto en la producción forrajera

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La notable falta de nieve y precipitaciones en la región cordillerana de Chubut está generando una creciente preocupación entre los productores, quienes alertan sobre las posibles consecuencias en el sector productivo. En diálogo con FM DEL LAGO, el productor Arnold Evans compartió su perspectiva sobre la compleja situación hídrica y lanzó duras críticas a la Secretaría de Bosques.

La preocupación por el agua y la producción forrajera

Evans explicó que, si bien la producción de pasto en el campo puede recuperarse con buenas lluvias en octubre y noviembre, el problema más grave radica en las vertientes, que dependen directamente del stock de nieve acumulada en la cordillera. “Si llegamos a tener lluvias oportunas no influiría tanto en la producción de forrajes, de hecho, hace cinco años atrás tuvimos un invierno tremendamente malo y después vino primavera y tuvimos poca producción de pasto”, recordó. Para el productor, la dependencia de las lluvias futuras es mayor que la de una gran nevada invernal, especialmente para el forraje.

El productor hizo hincapié en la necesidad de una mayor conciencia sobre la gestión del agua. “De a poquito se va a ir tomando conciencia de trabajar con el agua”, afirmó, lamentando que cientos de arroyos que nacen en glaciares o vertientes terminen en el Pacífico, siendo un recurso desaprovechado en la región. “Acá lo tenemos desaprovechado, es un recurso que nadie le da importancia hasta que aparecen casos extremos”, señaló.

Evans ilustró el impacto de un manejo adecuado del agua con ejemplos concretos. “Cuando desviás una pequeña vertiente, lo que cambia en el campo es más del 100%”, aseguró. Para él, el agua es un recurso vital que está “tremendamente desaprovechado”. Destacó que, al iniciar trabajos en un campo, sus prioridades son “caminos, alambrados y agua”. Como caso de éxito, mencionó la estancia Los Ñires, que pasó de comprar 2000 fardos de pasto a producir 20.000, gracias a obras de vertientes y canales que permiten el riego de 120 hectáreas. Esto ha transformado “pampas donde era todo abrojo”, demostrando que “hay que agudizar la inteligencia para mejorar el suelo”.

Duras críticas a la secretaría de bosques: “Son los principales responsables de que desaparezcan los bosques nativos”

Arnold Evans no dudó en expresar su profunda disconformidad con las políticas de la Secretaría de Bosques, a la que acusa de ser la “principal responsable de que desaparezcan los bosques nativos”. “Soy uno de los productores que más ha discutido con la Secretaría de Bosques y me peleo con ellos continuamente por las políticas que tienen con los campos en cordillera”, afirmó sin rodeos.

El productor comparó la situación con La Pampa, donde se obliga a realizar cortafuegos para una rápida intervención en caso de incendio. En contraste, en Chubut, “acá hacés una faja y te cobran una multa”. Para Evans, esta política es un claro ejemplo de “no defender el bosque nativo”.

Las reuniones con los directores de Bosques no han sido fructíferas. “Me he reunido cantidad de veces con los directores de bosques y me dicen ‘andá a chillar a otro lado'”, relató Evans, quien considera que muchas leyes son redactadas por “gente que no conoce el bosque nativo, puede ser ingeniero forestal pero no conoce el campo, no conoce el manejo de la tropa y el arreo”. Su advertencia es contundente: “Creo que se van a terminar quemando los bosques nativos hasta que no cambien la idiosincrasia que tienen”.

Evans recordó el incendio de Parques Nacionales de hace dos años, que afectó a Esquel y quemó más de 5000 hectáreas. En contraste, un fuego en Benavídez, al lado del parque, se apagó rápidamente “en una tarde porque había un camino, llegó bomberos y lo pudieron apagar”. Para el productor, la existencia de una faja de seguridad puede limitar un incendio a cien hectáreas, en lugar de diez mil.

La inversión de los productores en infraestructura es significativa, y se pierde en minutos por incendios. “En Amancay hicimos ahora 70 mil metros de alambre, la inversión del productor es muy grande para que se pierda en minutos, después tenés que salir a pedir pastaje a otro lado, es una situación muy preocupante”, concluyó Evans, instando a un cambio urgente en las políticas de manejo de los bosques nativos.