Fiscales y veterinarios debaten sobre el uso de caballos para el turismo
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El Honorable Concejo Deliberante de Trevelin está en el centro de un debate que trasciende el ámbito local: la viabilidad de implementar carruajes turísticos tirados por caballos. Ante esta propuesta, los concejales consultaron a la Agencia de Delitos Ambientales de la Fiscalía de Esquel, que emitió una advertencia sobre el bienestar animal y las tendencias legales y sociales en la materia.
La Fiscalía dejó en claro que, aunque no hay una ley que prohíba explícitamente la tracción a sangre en la provincia, la dirección de la legislación nacional e internacional va en sentido contrario. Se destacó que la tracción a sangre está siendo eliminada en la mayoría de las ciudades y que la agenda ambiental actual reconoce a los animales como “seres sintientes”, lo que implica un mayor compromiso con su cuidado.
Riesgos y desafíos en un contexto urbano
Desde la Fiscalía se advirtió sobre los riesgos específicos de esta actividad. A diferencia de las cabalgatas en entornos naturales, el uso de carruajes en un contexto urbano expone a los caballos a Condiciones extremas: calor o frío prolongado, Daños físicos: transitar sobre asfalto y superficies duras, Estrés: el ruido y el movimiento constante de una ciudad y Seguridad vial: riesgos para el tránsito y para los propios animales.
La mirada veterinaria: entre la regulación y el abuso
En diálogo con FM DEL LAGO, la médica veterinaria Verónica It aportó su perspectiva profesional sobre la polémica. “Siempre hay dos miradas de las cosas”, comentó, reconociendo que el caballo es un animal históricamente utilizado para el trabajo en Argentina. Sin embargo, enfatizó que “el hombre siempre hace abuso de las cosas y los animales no tienen ni voz ni voto”.
Verónica It comparó la situación con la de las carreras de galgos y caballos, donde la falta de control lleva al maltrato y al uso de sustancias ilegales. “Si las cosas se hicieran correctamente… pero después hay una línea muy delgada y el hombre empieza a drogarlos”, explicó, lamentando que en las carreras clandestinas los animales terminan “hechos percha”.
La veterinaria no se opone de manera tajante al uso de caballos, siempre que existan regulaciones estrictas. “Si el municipio de Trevelin tuviera bien regulado para el paseo de turistas, con caballos en buenas condiciones, no me parece que estuviera mal”, sentenció. En su opinión, la clave no es la prohibición total, sino la capacidad de las autoridades para fiscalizar y asegurar que se cumpla la ley, protegiendo a los animales del abuso y el maltrato.
El debate en Trevelin continúa, con la esperanza de encontrar un equilibrio entre la tradición y la creciente conciencia sobre los derechos y el bienestar animal.