Preocupación en el INTA por la inminente reestructuración del Consejo Directivo
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Una profunda incertidumbre y preocupación reina entre los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ante la inminente publicación de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Gobierno Nacional. La medida busca reducir el consejo directivo del organismo, lo que, según los especialistas, podría derivar en una significativa disminución del personal en las agencias de extensión rural a lo largo del país, afectando también a la sede de INTA Esquel.
En diálogo con FM DEL LAGO, el director de INTA Esquel, Nicolás Nagahama, explicó el impacto que traería consigo este DNU. “Estamos esperando un inminente DNU que cambiaría el Consejo Directivo. La constitución de hoy es de diez miembros: cinco representantes estatales y cinco privados. Dentro de los cinco estatales, hay dos representantes del ejecutivo nacional y dos de la Facultad de Agronomía”, detalló Nagahama.
La propuesta de cambio de conformación del consejo directivo reduciría el número de miembros a ocho, con una distribución equitativa: la mitad del gobierno y la otra mitad de la Mesa de Enlace (integrada por la Federación Agraria Argentina, CRA y Coninagro). “Como todo empate, quedamos supeditados a las decisiones del gobierno de turno para el futuro, planeamiento y financiamiento de INTA”, subrayó Nagahama, destacando la posible pérdida de autonomía en las decisiones del organismo.
INTA Esquel: Motor de desarrollo regional en riesgo
Nagahama enfatizó la relevancia del INTA en la asistencia al sector productivo, adaptándose a las demandas específicas de cada territorio. “La demanda depende del territorio donde están las agencias, como la Comarca o el Valle 16 de Octubre. En otros sectores como Gobernador Costa, tenemos productores medianos, que en INTA encuentran la asistencia técnica porque no hay servicio privado”, explicó.
El director de INTA Esquel resaltó ejemplos concretos del impacto del trabajo del organismo en la región. “En Maitén hay cinco empresas productoras de plantines de frutillas que son las más grandes del país. Con Trevelin, se envían al norte unas 60 mil plantas de frutillas. Las empresas de El Maitén generan por temporada 1600 puestos de trabajo. Son empresas consolidadas, trabajan con INTA por cooperación técnica”, detalló. Además, mencionó reuniones para articular acciones con Rapanui, empresa que se instala en Trevelin para implementar nuevas tecnologías.
“Estamos trabajando a gran escala, también con medianos productores y familiares que abastecen las economías regionales con verduras, frutas y productos cárnicos”, afirmó Nagahama, poniendo en valor la diversidad de la producción local.
Reducción de personal y el futuro de la extensión rural
INTA Esquel, como Experimental, tiene influencia en los cuatro departamentos de Chubut y cuenta con un equipo de aproximadamente 70 personas. Nagahama alertó sobre la posible reducción de personal: “Hay agencias con dos o tres personas. Tenemos capacidad de distribución en el territorio. Se habló de un achique de personal, donde en promedio cada agente de extensión cubre un área de más de tres mil kilómetros cuadrados. Sin agencias no se podría cubrir el territorio”.
El director fue contundente al señalar las consecuencias de una disminución de personal y asistencia técnica: “Sin personal y sin asistencia técnica, no se podría tener viñedos, flores; hoy hay una explosión de flores, la diversificación se va aumentando, hay producción a gran escala de hortalizas. Hace un año y medio que no ingresa personal a planta de INTA”.
La incertidumbre es palpable: “Si uno ve la foto, puede ver que muchos de los productos frescos y procesados tienen tecnología de INTA. La información que tenemos es incertidumbre desde el año pasado. Hasta el 8 de julio es la fecha donde se puede presentar el DNU, pero hay trascendidos de que estos días podría estar presentándose ese DNU y no sabemos qué tendrá. Se habla de achiques sin fundamentación porque no hemos tenido ni informes ni auditorías”, sostuvo Nagahama.
A pesar de la falta de información oficial, internamente se han barajado opciones para mitigar el impacto, como la eliminación de cargos de funciones o el cierre estratégico de agencias. Sin embargo, esto implicaría la desaparición de la presencia del INTA en esos territorios, lo que dificultaría seguir acompañando a los productores. La comunidad del INTA aguarda con expectativa la publicación del DNU, esperando que se consideren las implicaciones de estas medidas en el desarrollo agropecuario y la asistencia a los pequeños y medianos productores del país.