En lo que ha sido calificado como un “hecho lamentable” por el propio afectado, Daniel Solucci, un vecino de Trevelin, fue multado por la Municipalidad por dejar bolsas de basura en la vía pública, un acto que él realiza regularmente para limpiar las calles del “Pueblo del Molino”. Solucci, que dialogó con FM DEL LAGO, denunció públicamente la sanción y la presunta ineficiencia de la gestión local en el mantenimiento de la limpieza urbana.
Solucci, que además es propietario de cabañas turísticas, ha lidiado durante 18 años con las inundaciones en su calle. Aunque actualmente está colaborando con Vialidad Nacional para resolver el problema de escurrimiento, lamenta la falta de respuesta del municipio. El vecino asegura que, incluso, se le negó información sobre el contrato de una obra de cordones cuneta, alegando que el municipio no está adherido a la ley de Acceso a la Información Pública.
Un gesto cívico sancionado
La multa, según Solucci, fue impuesta por el Director de Bromatología, Mario Jones, y la inspectora municipal Soledad Ríos. La acción que originó la sanción es parte de una rutina personal del vecino: durante sus caminatas, lleva una bolsa de consorcio y recoge los residuos que encuentra en el camino. Al regresar, deja la bolsa junto a una nota en un cartel del municipio para concientizar sobre el estado de la ciudad.
“No soy de ningún partido político, hago esto para estar bien yo, no me gusta la basura”, afirmó Solucci. El vecino expresó su indignación por la multa, argumentando que él no pide nada al municipio y, por el contrario, son las autoridades quienes no cumplen con su deber de limpieza. “El municipio no tiene ningún canasto de basura, pero nos exigen a nosotros”, señaló.
El vecino confirmó que la notificación de la multa le llegó el 11 de septiembre y que está asesorándose para presentar su descargo ante el Dr. Furque, juez de faltas. Solucci enfatizó que no autorizó que se le tomaran fotos, ya que los inspectores no se identificaron al momento del incidente.
Críticas a la gestión municipal y el turismo
Solucci fue enfático al criticar la “inoperancia” y “la ineficacia total” del municipio. Denunció que ve a Trevelin “sucio y abandonado”, y que la avenida San Martín se encuentra en muy mal estado. A su vez, cuestionó que, a pesar de cobrar una tasa por barrido y limpieza, el servicio no se realiza con regularidad. También lamentó el deterioro de los espacios públicos y la infraestructura turística, como los equipos de ejercicio en el paseo local, que se encuentran rotos.
A pesar de sus críticas, Solucci reiteró su amor por Trevelin y su deseo de ver una ciudad mejor cuidada. “Es un pueblo hermoso y agradezco todas las mañanas, hay que cuidarlo”, concluyó, destacando que su lucha por la limpieza es un impulso personal que considera más fuerte que la inacción.