La reciente decisión de la Dirección de Pesca Continental de ampliar la temporada de pesca a partir del 1 de agosto ha generado preocupación y un intenso debate entre pescadores y guías de la provincia de Chubut. Algunos sectores sostienen que esta medida podría ir en detrimento del cuidado del recurso ictícola, mientras otros la ven como una oportunidad para el desarrollo turístico.
Esteban Oszust, guía de pesca habilitado, compartió su perspectiva con FM DEL LAGO, abordando diversos aspectos de esta actividad y la reciente modificación. Oszust explicó que en Chubut hay alrededor de 170 guías habilitados, muchos de los cuales combinan esta labor con otras actividades o se desempeñan en distintos lugares del mundo. “Generalmente las temporadas tienen que ver con cuestiones climáticas, otras veces operativas en cuanto a la comercialización”, señaló, destacando la existencia de la “contra temporada” en la pesca de trucha, un deporte que atrae a turistas de todo el mundo.
La pesca deportiva, un recurso introducido y un deporte con ética
Las truchas, introducidas en Patagonia a partir de 1903 por el estado argentino con fines deportivos, se han adaptado excepcionalmente bien a las aguas de la región. Oszust enfatizó que la pesca deportiva es una actividad física y mental que requiere entrenamiento y, como todo deporte, posee reglas específicas. Sin embargo, en la pesca, la ética y el honorjuegan un papel crucial. “En la pesca no tenés un árbitro que te está controlando tu actividad”, comentó, aludiendo a la importancia de respetar las modalidades habilitadas y no ir en contra del recurso.
El guía de pesca subrayó que un “buen día de pesca” no se mide solo por la captura, sino por la experiencia de disfrutar, compartir y conectar con la naturaleza. Además, resaltó que en la mayoría de los lugares se promueve la pesca con devolución para asegurar la sustentabilidad del recurso, aunque también existen métodos de regeneración como la resiembra. Las distintas especies de truchas (arcoíris, marrón, del atlántico y fontinalis) se han adaptado exitosamente a la zona patagónica, siendo la pesca de truchas un atractivo turístico reconocido mundialmente.
Temporada, reproducción y falta de control
Respecto a la ampliación de la temporada, Oszust explicó que la época de reproducción de las truchas varía según la especie; por ejemplo, las truchas fontinalis desovan en otoño, mientras que las arcoíris lo hacen en primavera, cuando tradicionalmente la pesca está habilitada. Por ello, no considera que el cambio actual sea “tan brusco”, sugiriendo que “no hay que tener miedo a los cambios” y que, si los resultados no son buenos, se puede volver atrás. Aclaró que el reglamento de pesca, a diferencia de una ley, es un conjunto de normas consensuadas en Patagonia que pueden modificarse en cualquier momento de la temporada.
Uno de los puntos críticos abordados por Oszust fue la “falta de control”. “Aquellos pescadores o personas que quieren infringir las normas o no seguir las reglas del juego lo van a hacer esté o no esté abierta la temporada”, afirmó, señalando que la comercialización de la pesca deportiva está prohibida. Sugirió que una solución podría ser la participación activa de los propios pescadores en el control del recurso.
Impacto turístico y desafíos
Finalmente, Oszust vinculó la ampliación de la temporada con el desarrollo turístico regional. Si bien no espera una afluencia masiva de pescadores extranjeros en esta época del año, considera que la modificación busca ofrecer un atractivo turístico adicional, especialmente en un contexto de baja temporada de nieve. “A nadie se le hubiera pensado este cambio si hubiéramos tenido nieve”, señaló. Destacó que la captura de truchas requiere de una técnica específica, lo que añade un valor a la experiencia de los visitantes.
El guía de pesca enfatizó la buena relación con el Ente Provincial de Turismo, que los habilita como guías, y la colaboración con la Dirección de Pesca, a la que pueden brindar información y sugerencias desde su experiencia en el río. La polémica por la ampliación de la temporada seguramente continuará, abriendo un debate necesario sobre el equilibrio entre la explotación turística y la conservación de los recursos naturales.