Imputan a ex director de escuela por peculado y uso de facturas falsas

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La Justicia de Esquel abrió una investigación preparatoria contra el ex director de la Escuela N.º 779 de Corcovado, Emiliano Figueroa, y su colaborador, Alejandro Altamirano, por una serie de presuntas maniobras fraudulentas que implican el desvío de fondos públicos destinados al refrigerio escolar entre 2023 y 2024.

La Fiscalía General, a cargo de la Dra. María Bottini y el Funcionario Julián Forti, solicitó la apertura de la investigación al considerar que existen elementos suficientes para indagar 31 hechos de peculado contra Figueroa y 29 contra Altamirano.

Sustracción de fondos para refrigerio

En diálogo con FM DEL LAGO, la fiscal Bottini precisó que el delito principal imputado es el de Peculado, que implica la sustracción de dinero de la administración pública.

“En nuestra hipótesis entendemos que la plata que el Ministerio de Educación le daba al director de la escuela de Corcovado para el refrigerio, esa plata no seguía el circuito administrativo,” explicó Bottini. “Este libraba cheques a su nombre y se quedaba con la plata.”

El mecanismo de fraude se habría repetido sistemáticamente:

1. Facturas Apócrifas: Se utilizaban facturas falsas emitidas por Alejandro Altamirano, quien figuraba en ARCA como proveedor de servicios, pero facturaba rubros alimenticios.

2. Cobro Directo: Figueroa, como director, cobraba los cheques por ventanilla en el Banco del Chubut.

3. Bienes para Uso Propio: El dinero supuestamente era destinado a la compra de alimentos que nunca ingresaban a la escuela. Bottini mencionó que se compraban “cosas más baratas [para el refrigerio] para poder comprar pollos, queso, tapas de empanadas para su casa y que nada tenían que ver con los alimentos que se daban en la escuela.”

La acusación y el plazo de investigación

A Emiliano Figueroa se le atribuyó la presunta comisión de Peculado en concurso ideal con uso de documento público falso en 31 hechos, en carácter de autor.

A Alejandro Altamirano se le imputaron 29 hechos bajo la misma calificación legal, pero en carácter de partícipe primario. Altamirano no podía desconocer que las facturas utilizadas en las maniobras estaban a su nombre.

Aunque el monto total sustraído —cifrado en una estimación inicial de dos millones de pesos, que será actualizado— no es “una cantidad elevada” en términos macro, la fiscal Bottini resaltó la gravedad del delito. “Es para provecho propio de una persona que tiene el rol de administrarlos como es el director de la escuela,” subrayó.

El juez Jorge Criado habilitó la investigación preparatoria por un plazo de seis meses, durante el cual la Fiscalía avanzará con pericias contables y más medidas de prueba.

Impacto en la comunidad educativa

La fiscal enfatizó que la víctima de este delito no es solo el Estado, sino directamente la comunidad educativa de Corcovado.

“Hay estudiantes perjudicados que comían comidas que no eran nutritivas y que sufren el impacto… si bien la administración pública es perjudicada, la comunidad de Corcovado también es perjudicada.”

La denuncia fue iniciada por la Delegación de Escuelas de la zona, y Figueroa fue apartado del cargo. En la actualidad, otra directora se encuentra a cargo de la Escuela N.º 779.

 Bottini sobre allanamientos a Millán: “No había policías drogados”

En otro orden de temas, la fiscal María Bottini fue consultada sobre las graves denuncias realizadas por la militante Moira Millán, quien había acusado a efectivos policiales de estar “drogados” durante los allanamientos realizados el año pasado en un predio presuntamente usurpado en Corcovado.

Bottini desmintió categóricamente las acusaciones. “Cuando se hicieron los allanamientos fueron supervisados por el jefe de policía García, por el Dr. Iturrioz y por Cerda, yo no observé que hubiera policías drogados,” aseguró.

La fiscal afirmó que los efectivos fueron elegidos específicamente para el procedimiento, participaron en una reunión previa con el Ministro de Seguridad y fueron instruidos para garantizar el respeto a los derechos de las personas allanadas. “Eran personas dispuestas a hacer su trabajo, no estaban alcoholizados ni nada de eso,” concluyó.