“El docente es fundamental y tiene que estar atento a los signos de los chicos”

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En la jornada de ayer a través de FM DEL LAGO, la madre de una niña de 13 años alumna de la Escuela n°735 de Esquel,  denunció a  través de las redes sociales que era víctima de bullying, por estas horas desde Supervisión de Escuelas están trabajando con los padres de la menor para buscar una nueva escuela para que pudiera continuar sus estudios, la ex supervisora Silvia Rodríguez dialogó con FM DEL LAGO y contó la experiencia en su larga trayectoria por las diferentes escuelas de la región, “esto no es nuevo, es un problema de sociabilización desde que estoy como alumna en la primaria, cuando uno toma contacto con otras personas distintas y que si desde la familia no hay una clara conducta desde la moral, si no hay esto pasa lo que está pasando en todas las escuelas, en nuestra época había claras señales de la familia y de la escuela de que esto no podía existir, no se hablaba del tema, hay que fortalecer a los chicos y no tratarlos como víctimas por ser seres sociables”.

La ex supervisora apunta a que hay que fortalecer a los niños en las escuelas, buscado espacios de diálogo y reflexión en las aulas, “Creo que hay una debilidad emocional manifestó en toda la sociedad, la mayoría tiene esta debilidad para asegurar un lugar propio en la escuela, la escuela tiene la obligación de formar a los individuos con la fortaleza emocional, yo propuse el tratamiento de la filosofía en niños, esta posibilidad aseguraba tener una herramienta como niños para ver al otro en toda su dimensión, es un ejercicio de largo tratamiento que debería haber empezado en primer grado, hablo de lo que me compete a mí que fue la primaria, yo lo que trataba de hacer ver que este ejercicio de enfrentar al otro y hacer ver la óptica cultural, familiar, se podía llegar a un punto común, reflexión y pregunta, no tuve éxito en esto, creo que el primero que tiene que convencerse de esto es el directivo y el docente, en Comodoro lo puse en vigencia y hay una resistencia a este espacio de charla es una pérdida de tiempo, vamos perdiendo lo importante”.

Rodríguez hablo de su experiencia y del no acompañamiento que tuvo el proyecto de buscar espacios de reflexión para tratar el bullying en las escuelas, “me contacte con profesores de filosofía de la UBA para movilizar a los docentes, pero parece que eta de más y es una pérdida de tiempo, el rol del docente es fundamental, una vez que el chico está escolarizado el docente es ejemplo, desde cómo se viste, como habla, son seres que están moldeándose en una franja etaria y están en un espacio sociable como una escuela hasta transitar la adolescencia, nos pesa esto de ser los docentes ejemplo, porque también vivimos situaciones que nos afecta, pero somos docentes y hemos elegido esta profesión como una vocación más que trabajo, el docente es fundamental y tiene que estar atento a los signos de los chicos, mas allá de llamar a los padres, los padres tienen que estar en conocimiento de la herramientas, los primeros que tienen que ser llamados a reflexionar somos los docentes, la escuela tiene fundamental importancia cuando nota que etas cosas pasan, tenemos que parar, dirimir las cuestiones y seguimos adelante con nuevas perspectivas, la escuela tiene que ser eso y el bullying es un problema grave, y lo vemos como natural y no es así, no es natural cuando hay ofensa”.

Por último, afirmó que es fundamental el rol del docente en el aula, “la mirada de docente de primero es fundamental, uno no está programado para decir maestra no me está llevando el apunte, los chicos callan, este silencio se va acumulando y esto se convierte en ofensiva después, otra cuestión importante que no teníamos antes son las redes, las redes circulan como el sistema circulatorio, con propiedad de millones de personas, esta niña llegó a un momento límite, ella hizo esta acción y ella sabe a qué conduce, llegó a un límite que no es importante y que tenga que irse es un accesorio, fundamental es escuchar  a los chicos y que ellos hablen entre sí, que busquen ese espacio terapéutico en la escuela y entre ellos, donde pueden decirse las cosas, eso es lo que enseña a filosofar y volver a hablar en un próximo encuentro y ver si maduro la idea”.