La incertidumbre persiste entre los trabajadores del Frigorífico DICASUR de Trevelin. Tras una reunión celebrada hace minutos en la Delegación Esquel de la Secretaría de Trabajo, la empresa, actualmente bajo la órbita de Nataine, sigue adeudando salarios a sus empleados.
Daniel Pilquiman, trabajador de DICASUR, dialogó con FM DEL LAGO al término de la audiencia y brindó detalles del encuentro. “La asamblea fue corta, fue por las quincenas adeudadas de julio. Los compañeros no cobraban, supuestamente el pago ya salió por arte de magia”, comentó. Sin embargo, la preocupación principal es la falta de claridad sobre el futuro de la planta.
La deuda y la falta de un responsable legal
Según Pilquiman, la deuda no se limita solo a salarios recientes. “Se está adeudando la quincena del 20 de julio”, indicó, añadiendo que a los compañeros afiliados a Camioneros también se les adeudan quincenas. El conflicto es de larga data, ya que incluso “tomamos las vacaciones sin goce de sueldo” y hay un acumulado de cuatro quincenas adeudadas.
Además de los salarios, existe un grave problema con los aportes. “Yo trabajo hace 15 años en el frigorífico, vas al ANSES y te dicen que no tenés los aportes“, denunció Pilquiman.
El factor clave de la incertidumbre es la llegada de un supuesto nuevo inversor, identificado como “Dada”, que aún no ha formalizado su rol. “Nuestra relación es con DICASUR; Dada todavía no se presentó como sucesor de DICASUR. Nuestra relación es con Nataine”, enfatizó el trabajador. En la reunión, el representante Tomás Ríos les comunicó la necesidad urgente de contar con “un papel de quien se hace cargo de la planta”.
Temor por las fuentes de trabajo
A pesar de la gravedad de la situación, los trabajadores han optado por un camino de paciencia, esperando una resolución desde la Delegación de Trabajo. “Preferimos esperar, tener paciencia e ir a la delegación de Trabajo, por eso no presentamos abogado, pero necesitamos una solución“, señaló Pilquiman, quien representa a un grupo de empleados que asisten a la Secretaría sin patrocinio legal.
El temor a quedar desempleados es palpable: “Somos muchos los que vamos a quedar sin trabajo, acá en Trevelin somos muchos los que trabajamos acá y esto genera movimiento en las carnicerías”. No obstante, manifestaron su disposición a seguir trabajando si el potencial nuevo empresario demuestra una “buena predisposición”.
Consultado sobre un reciente cruce entre el dueño y un compañero, Pilquiman prefirió no ahondar en detalles, limitándose a decir que “nos enteramos de lo que sucedió, sin palabras, no quiero opinar”.
El conflicto se mantiene abierto, con los trabajadores a la espera de que el nuevo inversor formalice su rol y se garantice el pago de las deudas y la continuidad laboral.